La amenaza de un planeta sediento se está convirtiendo en una pesadilla que afecta ya a un tercio de la humanidad.
En España, por ejemplo, el más mínimo atisbo de las tradicionales sequías se convierte en alarma general. El cielo nos niega la lluvia y el cambio climático apunta a un futuro más seco aún.
La solución, mas que los trasvases o las desaladoras -impensables en muchísimos lugares de la tierra- es la reutilización de las aguas residuales, un prometedor manantial que se está utilizando hoy por hoy, solamente para riego de campos de golf y poco más.
El milagro se llama OSMOSIS INVERSA.
Hasta hace no mucho tiempo, las membranas de ósmosis inversa eran caras y de baja calidad, pero hoy en día, son de gran calidad y bajo precio. Se pueden utilizar tanto a nivel doméstico como industrial. De hecho, muchas de las aguas embotelladas que consumimos están tratadas por este procedimiento.
Con un sistema bien diseñado, combinando prefiltros de retención de lodos, ósmosis inversa en cadena y postfiltros de carbón activo, se pueden transformar las aguas residuales procedentes de las viviendas, en agua potable de una calidad equivalente a la embotellada.
De hecho en Singapur ya están embotellando las aguas residuales mediante este mismo procedimiento.
Por tanto, la frase: "del desagüe al grifo", no es ninguna utopía. Así que, esperemos que los gobiernos tomen la determinación de poner en marcha la maquinaria burocrática con el fin de que la ingeniería química se ponga a trabajar para la creación de centrales industriales de tratamiento a gran escala. Así, habrá agua en "circuito cerrado" para todos.
Monday, May 28, 2007
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