Considero que un gobernante que es capaz de exhibir una sonrisa exultante y pletórica (aunque insulsa) ante hechos tan graves como los que están sucediendo, representa alcanzar la expresión máxima de la estupidez. Claro está que si a la vez se acompaña por una buena dosis de necedad, entonces la sonrisa estaría justificada por la autocomplacencia del "deber cumplido", (morir de éxito).
La estupidez se sitúa siempre en primera fila para ser vista. La inteligencia, por el contrario, se sitúa detrás para observar.
"No es necio el que hace la necedad, sino el que , hecha, no la sabe encubrir."
Baltasar Gracian
Escritor español (1601-1658)
Sunday, April 1, 2007
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