Claro que es importante que nuestro trabajo esté bien hecho, pero repasarlo una y otra vez para asegurarnos de que no se nos haya escapado ni el más mínimo error, además de alargar interminablemente las tareas, disminuir el rendimiento y restarnos espontaneidad y creatividad, puede llevarnos a un estrés innecesario.
Quien actua con exceso de perfeccionismo acaba por trasladarlo a su interior, de manera que hasta las cuestiones más ínfimas, le llevan a vivir situaciones de agobio innecesarias.
Afortunadamente, una vez conocidos estos mecanismos, es posible reconducir nuestro nivel de perfeccionismo (que en su justa medida es una virtud muy valorada), para actuar en la vida de una manera más espontánea y tratar de emplear nuestras capacidades en rebajar la tensión y reducir el estrés.
EN LA MARATÓN DE LA VIDA ES MEJOR LLEGAR EL ULTIMO QUE CAER EXTENUADO EN EL CAMINO.
Saturday, September 13, 2008
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment